viernes, 31 de octubre de 2014

Haciendo puzzles

Mucho tiempo sin pasar por aquí. Mil perdones a todxs ustedes y a mí misma, por no vaciarme de vez en cuando en forma de palabra. Hace tiempo que escribo y escribo pero no es para mí, es para el mundo. Cuando la escritura es tu terapia no hacerlo desequilibra sobremanera. 

Estoy bien, a ratos, a otros no tanto. Dudo de todo y a la vez confío plenamente en la vida. No es casualidad (son una quimera) que justo hoy, en mi primer día menstrual, quiera expulsar un poco de todo lo que tengo aquí dentro. Es tal el desorden que ni siquiera me he planteado que decir. Hay grandes alegrías y descubrimientos, hay amor, hay pasión y hay risas. Por consiguiente, hay tristeza, hay miedos, hay inseguridad, dudas y amargura, hay decepción. Pero sobretodo hay esperanza.

Hoy siento que debo poner orden. Quizá una vez haya vomitado todo aquí pueda leerlo y entender algo. Pido disculpas por este ovillo enredado.

Hace tiempo que me ronda la idea de un rompecabezas. Es como si todo lo que estuviera viviendo, cada rincón de mi presente, sin excepción, fuera para descubrir/sanar/recordar algo. Tengo pistas, pero de momento sólo encajan en las esquinas y no se unen entre sí. Aún me faltan piezas. Creo que me compraré un puzzle para ir entrenando mi cabeza. De momento apunto todo tal cual viene en pedazos de papel que encuentro sobre la marcha. Los reúno todos como punto de libro, así siempre están presentes.

Me observo, me estudio, me trabajo. Me estoy conociendo. Soy constante en eso, mi memoria me ayuda. He adquirido tantas herramientas que puedo analizarme desde mil puntos de vista distintos. A veces es desbordante, entonces no quiero saber. Renuncio a saber. Cuando pasa la tormenta vuelvo a lo que más me llena, la sabiduría y el conocimiento.

Me resigno a vivir en este tiempo, lejos de disfrutarlo me desmoralizo preguntándome ¿en qué pensabas para venir aquí? Añoro épocas desconocidas (...), momentos, olores, sensaciones que no son de este mundo, no de esta vida. Y me rompo por dentro porque quiero respuestas sobre cosas que no necesito saber. Pero las quiero.

Siento que voy a un ritmo diferente al del mundo, quizá más rápido, puede que más lento... no lo sé. Pero no me adapto, nunca. Todo lo que pueda parecerse a la domesticación es fingido. Y eso no siempre es agradable.

Y creo que aquí acabo por hoy. No sé por dónde empezar. Voy a buscar una imagen que evoque lo que siento, pues desconozco si las palabras lo han hecho. No voy a releer.

Quizá esta. Sí, esta está bien.