miércoles, 13 de febrero de 2013

El "Día de lxs Enamoradxs" y otros cuentos sin final feliz

Hace días que pienso en sentarme a escribir pero por H o por B (nunca entendí este dicho) no me he puesto. Hoy sí que sí, debido a la magnífica foto que adjunto al final de este post, que me ha inspirado. Y es que, como la protagonista de la imagen, vomito corazones.

Cada año hay que aguantar que todas las marcas comerciales del mundo te hagan creer que si estás enamorad@ tienes que demostrarlo el señalado 14 de febrero gastando cuanto más mejor. De lo contrario, eres despreciable (¡que lo sepas!). De nada sirve que te desvivas por tu pareja durante todo el año, porque ese es el día en que todos los ojos del mundo estarán puestos sobre tí para juzgar lo súper-enamorad@ que estás.
Por otro lado, si no tienes pareja/rollete/follamig@, toda esta parafernalia pastelona que se monta entorno a esta fecha te hace desear que algún ser divino arranque ese día del calendario.

Ya hablando un poco más en serio y considerando que 12 Causas Feministas dedica el mes de febrero, no sólo a desmitificar el amor romántico, sinó a denunciar su terrible influencia sobre las mujeres, voy a poner mi granito de arena en esta causa.

Puede parecer que hemos evolucionado y que la "mujer moderna" es independiente y le gusta serlo. Ojalá, pero nada más lejos de la realidad, pues una gran mayoría de mujeres todavía sueña con que aparezca el príncipe azul que le haga vivir una vida de cuento de hadas al más puro estilo Disney.

El problema aquí no es lo bonito de esas historias, no son las bellas palabras ni las dulces miradas, no es la idea de vivir siendo feliz junto a otra persona, sinó la presión que recae sobre nosotras cuando nos enfrentamos a las relaciones de la vida real y descubrimos que estas nada tienen que ver con lo que nos habían contado. 

Cuando ese cuento de hadas continúa más allá del primer beso, el "fueron felices" se convierte en prácticamente una obligación. Así que aquí se comen perdices al precio que sea, porque esta es mi historia de amor y no puede ser de otra forma. 
Así nos encontramos frente a romanticismos tan peligrosos como el "sin ti no soy nada", "eres para mí", "eres mía", "sólo contigo soy feliz" y un larguísimo etcétera de afirmaciones que limitan o eliminan por completo nuestra individualidad y la confianza en nosotras mismas, atándonos a relaciones enfermizas porque solas estaríamos mucho peor. 

Las relaciones deben ser libres, sin promesas de eternidad ni de felicidad completa. Dos personas deben estar juntas si sienten que desean compartir sus vidas o parte de ellas, pero nada debe obligarlas a permanecer ahí cuando lo que las unió se esfumó sin dejar rastro o cuando estas no son sanas para lxs miembrxs
Esta sociedad nos enseña a temer a la soledad, no interesa un individualismo femenino fuerte que pueda plantar cara al patriarcado. Se les desmontaría el chiringuito sin las mujeres sometidas que consienten, así que interesa que la indefensa señorita sueñe con el caballero de blanca armadura que la rescatará de este peligroso mundo y se la llevará a su despampanante castillo para mantenerla protegida y a salvo de todos los malos malotes durante toda la eternidad. Y si resulta que el caballero de blanca armadura es un ser despreciable, qué le vamos a hacer. A lo hecho, pecho, como dicen las abuelas.
El empoderamiento femenino debe empezar por saber lo que queremos y, sobre todas las cosas, querernos a nosotras mismas. Sin respeto y amor propio no podremos ser libres jamás. 

Nuestra felicidad está en nuestra mano, no al lado de nadie. Si encontramos a alguien que merezca ser nuestr@ compañer@, que nos respete y con quien merezca la pena compartir tiempo y sueños, además de pasión y momentos mágicos, ¡perfecto! Si no es así, ¡perfecto también! Pues querrá decir que somos tan tan especiales que no habrá nadie que nos merezca ;)

#Elamornoeslahostia, ¡NOSOTRAS SÍ!

 

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