miércoles, 13 de noviembre de 2013

Lo masculino y yo*

Hace un tiempo que vengo dando un cambio de 360 grados. Soy otra, de dentro a fuera y eso incluye a lo masculino y a mi relación con él.

Estoy entendiendo lo que busco, el modelo de vida que quiero. El feminismo me ha convertido en lo que soy hoy y en lo que seré mañana, pues la igualdad real en este mundo más que una premisa a defender es un principio que traigo en mis genes y mis células. La igualdad sin feminismo y con clases sociales es una completa farsa.

Este patriarcado maldito ha conseguido hacerme sentir tanta indignación que los hombres y lo masculino se han convertido en algo que no merece ser querido, sin darme cuenta que lo masculino nada tiene que ver con el patriarcado, igual que lo femenino es lo antónimo de lo que nos cuentan que es.

Con el despertar de mi concienca femenina (hablo ahora de la feminidad, no del feminismo) he iniciado un camino de comprensión  y conocimiento de mí misa que me acerca a los hombres y lo masculino en vez de alejarme de ellos, que es lo que de entrada se le ocurre a una. 

Y es que ese cambio de concepto es muy necesario en mí, para ser justa con los hombres que tengo a mi alrededor.

Tengo un padre más femenista que cualquier mujer de las muchas que hay en mi casa, cariñoso, comprensivo, luchador y bueno, honesto y noble. Y es masculino y es hombre, y de verdad no me considera menos, ni siquiera por "costumbre, tradición o edad", sin excusas me considera igual de libre que él, sinó más. 
Tengo un compañero que es eso, un compañero, para quien soy su persona y no su mujer. 
Hombres que son importantes en mi vida y me han servido de bastón cuando pierdo fuerza y me derrumbo, enseñándome a respetarme con su respeto.

Estoy rodeada de hombres que viven su masculinidad sin miedo y se permiten usar sus capacidades y sus sentimientos desde sus cuerpos y sus mentes, y no se incomodan o se echan a reír ante la idea de lo femenino que habita en ellos, que comprenden las relaciones como lo que son y se permiten amar en plena libertad. 

Por todos ellos, lo masculino entró en mi vida por la puerta grande. Y lo honro, honro lo masculino que hay en mí. 

Os doy las gracias por estar en mi vida.

Desconozco al autor/a de la fotografía y la identidad de la pareja, pero es un precioso momento.


(Notas a mí misma)
*Escrito bajo el influjo de la Luna Creciente, 
primer día de menstruación.

3 comentarios:

  1. Cuánta razón y cuánta sabiduría. Yo también tengo la gran fortuna de tener un compañero que vive su feminidad sin miedo y que me acompaña cuando vivo yo mi masculinidad sin temor. Y es lo más grande y esclarecedor que puede ocurrir en la vida de una persona.
    Mil abrazos de luz.

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  2. Precioso Lara!! Hace tiempo me reconcilié con mi feminidad y viviendola de pleno, me di cuenta que comencé a repudiar mi masculinidad. En el momento que fui consciente de la importancia de las dos energías, me sentí completa.
    Gracias por compartir!! Namasté

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  3. Precioso Lara!! Hace tiempo me reconcilié con mi feminidad y viviendola de pleno, me di cuenta que comencé a repudiar mi masculinidad. En el momento que fui consciente de la importancia de las dos energías, me sentí completa.
    Gracias por compartir!! Namasté

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