martes, 6 de enero de 2015

(re) Inventar

Soy de família republicana y en mi casa los reyes magos nunca han entrado. Sí lo ha hecho papá noel, pero sin mucho teatro. Hace tiempo ya que mi madre empezó a preguntarme qué libro quería que me comprara para darme en nochebuena. Y bueno, tampoco he crecido tan mal. Mi imaginación y mi creatividad se han mantenido intactas, sólo que nunca he creído en estos, en otrxs sí.

Respeto mucho las tradiciones de la gente, no tengo nada en contra, pero estoy pensando en mi futuro, en cuando lleguen mis hijxs y en cómo quiero actúar frente a tal situación. Detesto la hipocresía que se mueve en Navidad. Entendedme, el ambiente es bonito, todo el mundo sonríe, la família se reúne y hay luces y colores por todas partes, pero debajo de eso hay un tufillo permanente a manipulación y consumismo extremo, porque si no estás bien en esas fechas eres un(a) desalmadx que no tiene respeto/ilusión por nada. Aquí no hay grises. 

Hace un par de navidades estaban mis padres comprando regalos en un gran almacén y vieron un libro de fantasía con sus desplegables y sus detalles medievales, una pasada. La cosa es que mi madre planteó comprárselo a mi prima, que en aquél entonces tenía 10 años. Mi padre cogió otro para mí, que en aquél entonces tenía 26. ¡¡¡Y ME ENCANTÓ!!! 
Cuando fuí a besuquear a mi padre para agradecérselo, entre risas y chorradas varias, dijo una gran verdad, sabia y de otro tiempo, como él: nunca nadie va a poder demostrarte que las hadas, los unicornios y las brujas no existen.

Y ahí tengo la solución. Voy a inventar festividades para lxs míxs en las que se honre y no se consuma, en las que se comparta sin obligación, en las que no hay chantajes y de las que nadie nunca podrá dudar. Porque es sabido que las hadas, los unicornios, los duendes y todo aquello que puedas imaginar, existe.

Sólo cree.

No hay comentarios:

Publicar un comentario