martes, 30 de abril de 2013

Uno, dos, tres...

Todavía quedan unas horas, pero ya no puedo aguantar. Me conoces y sabes lo poco paciente que soy para las cosas que me gusta hacer, así que me lanzo a escribirte, como de costumbre (aunque la costumbre se haya vuelto intermitente).
En apenas unas horas brindaremos por los ocho años compartidos, tú conmigo y yo contigo, enriqueciéndonos con nuestra mezcla. Pero, además, celebraremos el primero tras nuestra unión. Así que quiero proponerte algo: que este sea el año I de nuestra segunda era. Ya pensaremos nombres, eso es lo de menos. Pero si fue el 7, número mágico dónde los haya, y no el 4 o el 6 no es casualidad, como no lo es que entraras por aquella puerta una tarde de reunión cualquiera ni que hicieramos el amor la madrugada del 1 de mayo. Que las casualidades no existen es algo que he aprendido de tu mano.

El otro día pensaba en el hecho de que hemos crecido juntos. Empezamos esta historia siendo todavía adolescentes y aquí estamos, rozando los 30, con toda una vida por delante pero con ya bastante historia detrás. Nos hemos hecho estando juntos, nos hemos fortalecido como pareja pero también como individua/o. Y es que yo estoy completa del todo, he evolucionado, he cambiado muchísimo en todo este tiempo, tanto que todavía estoy acostumbrándome a muchas de las cosas nuevas que hay en mí. Pero ha sido fácil porque me quieres de todas las maneras posibles, me entiendes haga lo que haga y piense como piense. Nunca he tenido problemas de dependencia contigo porque jamás me haces dudar de mí misma, sinó que me haces creer que soy capaz de hacer cualquier cosa en este mundo y que no nos necesitamos, sinó que elegimos compartir el viaje.

Y sé que soy complicada, y creo que cada vez me estoy complicando más... pero me veo reflejada en tus ojos cuando me miras y me siento el ser más bello y especial de este mundo. Eres capaz de sacar lo mejor que hay en mí, porque ves aquí dentro lo que ni siquiera yo sé que existe.

Juntxs estamos escribiendo la mejor historia de amor jamás conocida; somos canción, pintura y relato, únicxs e irrepetibles. La vida a tu lado embellece, es un honor ser tu compañera. 

Y cuando el momento me supera y en mi pluma ya no encuentro más palabras, aparece Benedetti que siempre guardaba alguna para nosotrxs...


Por ese coraje de quererme me entregué a ti tal cual soy. Y aquí sigo.
Cuenta conmigo para siempre; juntxs contaremos los años, hasta que nos olvidemos de contar...

Te quiero.

4 comentarios:

  1. Felicidades!!!
    Por el escrito que es precioso, y por haberos "encontrado"...

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    1. Gracísimas, hermanita! <3 Encantada de compartirlo con mujeres como tú :)

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