martes, 11 de marzo de 2014

Atravesándome

Algo en el pecho me oprime, pues sé la verdad. 
Y no sé si reír o llorar, ninguna emoción interpreta lo que mi alma quiere expresar. 
Estamos aquí para ser, que sencillo parece y cuan difícil es cuando sientes que lo que sientes no corresponde con lo que debes hacer. O quizá sí, forma parte de toda esta locura, de toda esta realidad creada al fin y al cabo para desarrollar lo que vinimos a desarrollar.

Y es que me pierdo en esto de ser humana, me dejo llevar demasiado por lo de experimentar.
Los seres que me acompañan me invitan a no dudar, siempre con paciencia, siempre con dulzura, pero me dicen en qué lugar debo estar. "Haz lo que sientas", evidentemente. Si me equivoco nada va a pasar.

Qué fuerza tiene el remolino emocional cuando sabes que algo de lo que está ahí no debería estar... sería tan fácil dejarse llevar que me asusta y me contrae, y no sé si quiero reír, no sé si quiero llorar. 

Difícil esto de hacerse mayor, con lo fácil que parecía serlo desde la mente niña. Entre juegos la vida no parece lo que es. Y tiene su parte buena, oigan, no lo niego. Es solo que hoy se escurre entre mis dedos, no se deja encontrar. 

Y aquí me tiene, suspirando. Sin saber si quiero reír, sin saber si quiero llorar. Sin saber si debo sentir o si lo que siento es para mí. 

No sé a quién pretendo engañar, pues ni siquiera sé cual es la cuestión...

* Recorriendo el pasillo, 
de la ovulatoria a la premenstrual


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