lunes, 31 de diciembre de 2012

Cerrando pasado, abriendo futuro

Para los Mayas el 21 de diciembre de 2012 cerraba un ciclo de 5.125 años de oscuridad. Puedes creerlo o no creerlo, pero así se dejó escrito.

Si echo la vista atrás, unos tres o cuatro años atrás, cuando conocí el "cruel destino" del mundo en la terrible fecha de diciembre de 2012 sentí que no podía ser cierto, que ya se había vaticinado ese fin del mundo otras veces y nada había pasado. 
Sin embargo, ante esta profecía adopté una postura menos incrédula, debido sin duda al inmenso respeto que siento hacia las antiguas civilizaciones que desde tan pequeña han llamado mi atención y despertado mi curiosidad hasta lo inimaginable. No podía creer en el fin del mundo, pero sí en que debía existir un motivo para que los Mayas hablaran de esa fecha y no de otra. Así, decidí investigar; fue humilde mi investigación pues, claro está, los medios que están a mi alcance también lo son. 

Esas horas de lectura de miles de fuentes, esa criba (según mi criterio) de lo que podía y no podía ser, me permitió hacer un rompecabezas que me llevaba a mi conclusión final: todos los pueblos del pasado coincidían en creer que durante este año algo tenía que acabar; no puede quitársele importancia al hecho que en esta fecha haya tenido lugar la alineación planetaria, que a su vez se alineaba con la galaxia, y el cumplimiento de un ciclo solar de nada menos que 26.000 años. Venderlo como casualidad es, como poco, cínico.

Con la información que poseía, la que califiqué como buena y cierta, descarté el rimbombante y sensacionalista letrero de "fin del mundo" por considerarlo absurdo, ya que aunque se tratara del fin de la humanidad, cáncer de Mamá Tierra, el mundo seguiría vivito y coleando, por no decir en mejores condiciones que nunca desde que el ser humano empezó a vivir de forma insostenible.

Así,  me dediqué a esperar que "algo" ocurriera, dejando de lado las teorías catastrofistas; acabé el 2011 sintiendo en mi interior la completa seguridad de que el 2012 iba a ser un gran año, que algo bueno me iba a ocurrir. ¡No imaginaba cuanto! 

Hoy, en las últimas horas de 2012 (aunque sólo sea una partición fictícia y occidental del tiempo) puedo decir que mis predicciones se cumpliero y que 2012 es el año más completo que recuerdo y en el que más he aprendido. He cambiado tanto durante cada uno de sus días que hasta a mí me cuesta acostumbrarme. Lo considero un periodo de completa transición, de borrar y abandonar viejos patrones e ideas que ya no me son útiles para llenar una nueva y enorme página en blanco de proyectos, sensaciones, sentimientos e ideas que tienen un sentido y que dan sentido a mi nuevo yo que llevaba mucho tiempo escondido esperando la señal para nacer. 

Este año he encontrado mi camino, he encontrado a personas maravillosas con las que me he unido en un vínculo enorme sin darme cuenta y he reforzado vínculos ya existentes con otras hasta el punto de hacerlos irrompibles, he aprendido a controlar cosas de mi caracter que no me hacían ningún bien (ni a mí ni a los demás) y a ver las cosas desde el lado más positivo posible sin perder de vista que no voy a poder controlarlo todo siempre, pero que de mi actitud dependerán los resultados y el cómo me afecte la vivencia y el aprendizaje.

He descubierto que estoy aquí para aprender y que no tengo que soportar ni hacer cosas que no me gustan, que tengo que obedecer a mi corazón, a mi instinto y a mi mente, hacer lo que considero justo y no fustigarme si me equivoco, pues el error será garantía de que una repetición no tendrá lugar jamás.

Quiero agradecer a todxs los seres que me acompañan en el camino su aportación en mi vida, sin duda están en ella por algo. También a todxs aquellxs que han estado durante un tiempo, por pequeño que fuera, pues seguro me han enseñado y formado parte de mi evolución. 
Y sobretodo quiero agradecer a lxs antiguxs, que nos dejaron escrito lo que iba a pasar, pues también gracias a ellxs somos lo que somos y soy lo que soy.

2013: ¡Allá vamos! Es la nueva oportunidad para crear(nos), el momento para quitarnos la máscara y ser quien somos de verdad.

¡¡¡Feliz año nuevo!!! 

¡¡¡Feliz ciclo nuevo!!! 

¡¡¡Feliz nueva era!!!

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