jueves, 7 de marzo de 2013

Ellas

Hoy hace un precioso día, pero yo sigo nublada. 
Ayer terminé de bordar mi primer caso de feminicidio. Y es que hace un par de meses entontré por casualidad esta maravillosa iniciativa en Facebook: Bordamos Feminicidios está creando una comunidad de bordadoras contra el olvido y la injusticia. Me consta que cuentan con todo un ejército de mujeres que usan su aguja y su hilo como arma ante un sistema que ofrece impunidad a los asesinatos de mujeres. 
Mi caso hablaba de una mujer, Norma Alicia Salazar Corona, que con solo 37 años fue brutalmente asesinada a manos de su marido (podéis encontrar más información sobre el caso aquí, aquí y aquí).  
Se borda en primera persona para dar voz a la mujer que ya no la tiene. Lo cierto es que mientras bordaba su historia he sentido mil sensaciones recorrer mi cuerpo, como si ella estuviera presente, junto a mí, hablándome, explicándome el calvario que pasó. Aunque no bordara cada día, ver el pañuelo la hacía estar presente.
Antes de empezar a bordar decidí buscar información sobre lo que ocurrió (en los links de más arriba); lo que conseguí con todo esto fue desear que su nombre jamás se olvide. Así que bordé sin parar, con todo el sentimiento, como si me lo dictara sentada junto a mí. Así aprendí a bordar y a escuchar el silencio. Así acabé mi primer feminicidio bordado y pensé: "Va por ti, Norma". Y en ese momento rompí a llorar desesperadamente, pues en ese instante sentí que ella desaparecía, se despedía para siempre
Ha sido una experiencia dura, pero única y recomendable.
 
A un día del 8 de marzo me corresponde reflexionar. Una vez más la conclusión es que el mundo tiene que cambiar, la violencia tiene que dejar de llamarse mujer, igual que el olvido y la impunidad. 
El día internacional de la mujer, como el día contra la violencia machista no pueden ser dos meros puntos en el calendario en los que lamentarse de lo mal que va todo y de lo machista y cabrón que es el mundo. 

El cambio empieza en nosotrxs, así que escuchémonos sin hipocresía, seamos sincerxs con nosotrxs mismxs y preguntémonos, con toda la sinceridad, esa que hasta duele: ¿qué estoy haciendo yo para cambiar esto? 

Lxs que estamos aquí debemos y podemos hacerlo. Ellas ya no pueden.

Va por vosotras.

Bordando recuerdo

2 comentarios:

  1. Preciosa iniciativa!! nunca he bordado, creo que me falta paciencia, pero esto es muy diferente...Es dejar esta energía plasmada en un trozo de tela y el recuerdo de una persona, que como bien dices, ya no puede explicar su historia. Gracias por tu aportación.

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    Respuestas
    1. Créeme que cuando empiezas no puedes parar!!! Es un vicio! :D

      Es mágico hacer algo así, a parte de ser una práctica femenina ancestral el motivo por el que se hace es maravilloso, tal y como dices.

      Un abrazo!

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