miércoles, 19 de febrero de 2014

El año premenstrual

Estamos en el año premenstrual, sí. Y no lo digo yo, lo dicen lxs entendidxs.
Se habla finamente del año en que predominan las energías del arquetipo de la hechicera pero a veces se nos olvida que ese aspecto tan poético y místico es una forma de hablar de la querida y odiada a partes iguales fase premenstrual, en la que todo está muy pero que muy a flor de piel y eso no siempre es agradable para el mundo (para una misma suele ser liberador, aunque nos cueste reconocerlo).

Me consta no ser la única que siente la presencia de la "señora Premen", como la llama Erika Irusta*, de forma constante desde que empezó el 2014. Sigue la danza cíclica y reconozco las fases, los arquetipos y las energías pero es como si la sombra de las cuatro mujeres siempre fuera la misma. 
Y quiero dejar pero que muy claro que, lejos de lo que en un principio se pueda llegar a pensar, es algo muy pero que muy bueno.

Vale que la mente está un poco alterada; vale que estoy irritable y me molesta el mundo en general; vale que me cuesta encontrar las palabras y me siento un poco absurda cuando mi prima de 11 años tiene que hacer las veces de apuntadora para que acabe una frase en una conversación adulta. Vale.
Pero, todo esto está compensado con cosas maravillosas como una creatividad desbordante (de normal soy creativa, así que estoy que me salgo), ser clara y tajante en cuanto a lo que mi espacio, mi tiempo y mis prioridades se refiere y estar tranquila y con la conciencia hiper limpia sin contentar a todo el mundo. Porque sí. Porque yo lo valgo.

Así que aquí estoy, enamorándome cada vez más de mi premenstrual-guerrera-insoportable, pues es muy sabia y yo no lo sabía :)

Si os pasa lo mismo me gustaría que me contarais vuestra experiencia escribiéndome a elhogarlunar@gmail.com o en los comentarios de la publicación. ¡Mil gracias por adelantado!


* Creadora de El Camino Rubí.

1 comentario:

  1. Tanit Astarté20 febrero, 2014

    Entiendo y siento perfectamente lo que muy bien has explicado. De entrada es un engorro llevar a la Premen todo el día a cuestas (sobretodo en la propia fase premenstrual, porque alcanza límites insospechadosssss, jeje), pero le estoy cogiendo el tranquillo, como se suele decir, y me está gustando estar tan presente, ser tan "yo"... Gracias por tu artículo. No estamos solas!!! :)

    ResponderEliminar