Soñadorxs en peligro de extinción

Me declaro soñadora profesional por un motivo, y es que desde niña he vivido en varios mundos a la vez cada día de mi vida, hasta el punto de no saber cuál era el "de verdad" o si debía considerar a una más real que los otros. 

Muchxs han sido lxs que han intentado desmotivarme, quitarme la ilusión, llamarme al orden para que mi imaginación se quedara dormida junto a mi niñez cuando ya empezaba a ser "mayorcita" para soñar despierta. Por suerte (al menos así lo considero yo) nadie ha conseguido matar lo que vivo como mi mayor virtud: una capacidad de imaginar lo inimaginable y, lo mejor de todo, creer que puede ser posible.

Recuerdo que en mis primeros años de escuchar música con mi walkman y mis cintas grabadas, la canción más escuchada era La del Pirata Cojo, de Joaquín Sabina, y es que gracias a la frase "...con un poco de imaginación, partiré de viaje en seguida, a vivir otras vidas, a probarme otros nombres, a colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré..." mi mente se desataba y conseguía ser, durante unos instantes, quien yo quisiera.

Considero mágica esa capacidad y estoy convencida que no es un don que poseamos algunxs afortunadxs. Así que os invito muy encarecidamente a probarlo, pues abre las puertas a mundos que ni siquiera se sospechan y en los que todo vale. 

Así, cuando quiero soy loba que corre con firmeza a través del oscuro bosque, que frena justo al llegar al acantilado y le canta a la Luna Llena con un aullido tan fuerte que hiela la sangre del mundo. 

Cuando quiero soy reina del antiguo Egipto que se deleita con las vistas de majestuosos templos bañados por el brillo de la arena del desierto, escuchando voces que ya no existen y músicas que quedaron sepultadas bajo el silencio del tiempo...

Cuando quiero, soy anciana hechicera de una tribu desconocida de la que todavía no se sabe nada, y de la que quizá jamás se sabrá...

Cuando quiero, soy una criatura marina sobre la que nadie ha escrito. Vivo bajo el manto de agua, en las majestuosas ruinas de la antigua Atlántida, pero no pienso decir dónde está...

Cuando quiero puedo ser cualquier cosa y nadie jamás puede atreverse a decirme que es mentira, que no existe, que no es real. Pablo Picaso dijo una vez que "todo aquello que seas capaz de imaginar existe". Puede que no lo recuerde, o que no lo haya vivido todavía, pero los mundos que existen en mi cabeza están vivos, aunque sólo pueda describirlos en forma de sueño.

Os invito a soñar, siempre que podais, en cualquier momento y lugar. No dejemos que nuestra especie se extinga, ¡hacen falta soñadorxs para crear un mundo nuevo!

Desconozco al autor o autora de la imagen.